lunes, 14 de diciembre de 2015

Remedios caseros para el resfriado y la gripe

Ya está aquí el frío de invierno. Esos tiempos con cambios bruscos de temperatura, viento, aire acondicionado provocando una sequía en la garganta… Estos son los mejores tiempos para que nos ataque el resfriado y la gripe. Algunos de nosotros, siendo que se acerca el Armagedón de pañuelos,  mocos y tos, se acerca a la farmacia con la intención de comprar todo lo que puede salvarnos. ¡Error! Hay muchas maneras que podrían sacarnos de apuros.  Y todos naturales, que podemos encontrar en cualquier tienda.


El resfriado y la gripe - ¿Cuál es la diferencia?

Yo, en mi vida, he pasado quizás dos veces la gripe. Pero el resfriado es mi compañero inseparable en los tiempos de invierno. ¿Cómo diferenciarlos y cuándo tenemos que acudir al centro de salud?

El resfriado:

-       Suele desarrollarse lentamente: en mi caso – primero una pequeña irritación de garganta, luego tos, luego mocos, raras veces a la vez;
-       Casi nunca hay fiebre. De hecho, en mi caso la temperatura corporal baja por debajo de 36ºC;
-       Aparece cuando hay cambios bruscos de temperatura: por la mañana frío, al mediodía calor, en la oficina calor, pero fuera frio;
-       Se puede curar con los remedios caseros sin ningún riesgo

La gripe:

-       Suele acompañarla la fiebre muy alta, siempre por encima de 38ºC;
-       Aparece de repente;
-       Te sientes incapaz de concentrarte, no tienes ganas de hacer nada, te cuesta hasta levantarte de la cama;
-       Aparecen los síntomas tales como dolor de músculos, cabeza.
-       Hace falta acudir al centro de salud para que te vea el médico – las consecuencias  de la gripe mal curada son muy complicados y pueden ser peligrosos en el futuro. Los remedios caseros, junto con la medicación recetada, ayudan a mejorar más rápido.



¿Cómo aliviar los síntomas?

Aquí os dejo una lista de cosas que he probado. Depende de persona, a veces funcionas mejor, otras veces apenas tienen afecto. De todas formas, vale la pena probar.

Para malestar general:

1.    ¡Ajo, ajo y otra vez ajo!

El ajo es un antibiótico natural, contiene muchas sustancias beneficiosas como zinc entre otros – ayuda a mejorar nuestro sistema inmunológico. El ajo es uno de los productos naturales capaces de matar prácticamente todos los bichos – desde las bacterias, virusas, parásitos, gracias a la sustancia llamada alicina. Ya que este compuesto es muy sensible al calor, para resfriado se recomienda consumo en crudo – rallado encima de pan con perejil picado (tapa el olor fuerte y facilita la absorción) mezclado con un poco de mantequilla o aceite de oliva – tomado antes de dormir hace milagros. 
En algunas partes de Polonia se prepara una infusión de leche con ajo machacado calentado ligeramente. Algunos añaden miel para endulzarlo un poco. También otros añaden una cucharadita de mantequilla.
El ajo crudo machacado colocado en un plato al lado de la cama alivia los síntomas de mocos y ayuda a dormir.

2.    Las sopas

Las sopas son un plato perfecto para una persona resfriada. Se hacen solas, burbujeando poquito a poco en la olla, con verduras y la carne. Además, son fáciles de digerir gracias a que el cuerpo puede concentrar sus fuerzas a combatir el resfriado. Entre otras ventajas encontramos: calentamiento de cuerpo, alivia los mocos, es fácil de tragar por eso no irrita demasiado la garganta.



3.    La infusión de flores de tilia

No es lo mismo que venden en las tiendas como un té de tilia. Se puede comprar en las tiendas de hierbas, pero no suele ser muy caro. En el vaso echamos 2 cucharaditas de flores secas, lo cubrimos con agua hirviendo y dejamos para que infusione durante 10 min. Lo filtramos y servimos caliente (si no hay fiebre) y templado (si hay fiebre). Se puede mezclar con miel, zumo de frambuesa, zumo de limón. Es lo mejor para aliviar los mocos, dolor de cabeza, ayuda a bajar la temperatura y facilita el sudor para eliminar las toxinas.

4.    Las infusiones “con choque”

En el sur de Polonia se bebe mucho té con alcohol muy fuerte como licores, orujos etc. Se mezcla en la relación 60:40 (te: alcohol), se bebe antes de dormir. Mi madre tiene un licor de ajo en su estantería que saca si las cosas no mejoran.







5.    Comer mucho cítricos, membrillo y kiwi
Pomelo, naranja, membrillo y kiwi son una fuente excelente de vitamina C, que ayuda en combatir el resfriado. Lo mejor es tomarlo como zumo recién exprimido por las mañanas y antes de acostarse. También los aceites esenciales ayudan a mejorar la respiración y alivian los mocos.



6.    Quedarse en la cama

Bien tapadito, calentito, sin moverse mucho, favorece que tu cuerpo se centre en la lucha contra el resfriado y no malgaste la energía.


Para tos y dolor de garganta:

1.    Jarabe de cebolla

Suena horrible y apestoso, pero es realmente bueno si uno lo prueba. Siempre lo preparo cuando empezamos a toser. Hay que tomarle antes de acostarse porque no es aconsejable beber ni comer nada unas horas después de beberlo para que haga su efecto.
Para hacerlo, hay que trocear finamente la cebolla grande, en un bote o tarro con cierre colocar las capas de azúcar fino y cebolla intentando que cada trozo de cebolla este rodeado con azúcar. Lo dejamos reposar unas horas en lugar fresco sin luz (como armario). Luego lo filtramos y bebemos. Se puede guardar en la nevera durante 24h. También se puede añadir un diente de ajo picado – el sabor será más potente.

2.    Infusiones a base de frutas

Preferible las infusiones obtenidas de frutos tales como frambuesa, membrillo o aronia. Mezclados con miel y zumo de limón alivian dolor de la garganta y la tos. ¡Ojo! Para añadir la miel y el zumo hay que esperar hasta que el té baje la temperatura hasta el punto que no quema la boca. En lo contrario, la temperatura demasiado alta destruye las propiedades tanto de miel como de limón.

3.    Jarabe de ajo

Apestoso, pero funciona. Unos dientes de ajo crudos, machacados, se mezclan con zumo de dos limones y un poco de agua. Beber una cucharada cada un par de horas.

4.    Enjuagues de sal o salvia

Se prepara una mezcla de agua con sal o la infusión de salvia. Se debe enjuagar la garganta varias veces al día. Los dos tienen propiedades antibacterianas. Es mejor no tragarlo.

5.    Agua oxigenada

He oído en un programa de radio que buena parte de infecciones de garganta tienen sus principios en la oreja. Por eso se recomienda echar unas gotitas de agua oxigenada de temperatura ambiente en cada oreja, dejar que burbujea un par de minutos y secar bien el canal de oído.  

Para mocos:

1.    Inhalaciones/vaporizaciones

Es un remedio clásico, no solo en el tratamiento de mocos, pero también a la hora de neumonía, asma etc. Un litro de agua hirviendo echamos en un bol, añadimos unas gotas de aceite aromático como eucalipto, pino, lavanda. Bajamos la cabeza por encima del agua, nos tapamos con toalla para que el vapor no se escape y respiramos hondo durante máximo 5 minutos. Los aceites alivian los mocos, bajan la irritación de membranas nasales.



2.    Infusiones de tomillo o con una pizca de canela

Facilitan la respiración, bajan la irritación nasal.

3.    La cebolla cortada

Se la coloca al lado de la cama, donde ponemos la cabeza. Los aceites esenciales que contiene alivian el catarro, abren las vías respiratorias y ayudan a calmar el dolor de cabeza.


¡Advertencias!
Todos estos métodos son muy orientativos y, como he mencionado antes, puede que no funcionen en todos los casos.


Hay que tener en cuenta que algunos, como enjuagues de boca o ajo crudo, no se recomienda a suministrar a los niños por debajo de 6 años. Su sistema digestivo no está preparado y puede que la terapia se termine con malestar de estómago. En todo caso, como siempre, es mejor consultarlo con el pediatra.






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