Panecillos caseros |
En
primer lugar, el pan siempre ha estado con nosotros. Desde la antigüedad
acompañó a todos, sin distinguir – reyes, pastores, princesas y pobres. Sin
embargo no era el pan que conocemos ahora – era pan duro, difícil de cortar y
por este motivo se le rompía a trozos. La levadura fue introducida probamente
en la Mesopotamia (también inventaron la cerveza) y fue introducida en Europa. Desde
entonces el pan empiezo a cambiar. Los panaderos buscaban mejor harina, se
descubrió la existencia de masa madre (la harina que se mezcla con agua y se
deja fermentar. Luego se añade a la mezcla para el pan), que daba otros
resultados organolépticos en el pan que la levadura sola. Se usaba
prácticamente todas los trigos y otros granos. El pan se convirtió en un icono
y el alimento principal de la sociedad. Era tan importante que se le introdujo
a las celebraciones religiosas, todos conocen el famoso grito “pan y circo” de
la antigua Roma.
Hasta
los años 20 del siglo pasado, el pan se consideraba como algo casero, existían
las panaderías familiares que dedicaban su vida a hacer pan. Luego la cosa
cambió. Con el desarrollo de la industria, dos guerras mundiales y el aumento
del apetito de la población, en Estados Unidos se empezaron a producir los
panes industriales – aguantaban más tiempo, ya venían cortados para hacer las
famosas tostadas americanas.
Ahora,
en el siglo XXI, tenemos panes de todas las formas, tamaños y colores. Los
productores no paran de inventar los nuevos productos para facilitarnos la
vida. Tenemos pan casero, pan pre cocido previamente congelado, de diferentes
trigos, multicereales, pan de molde, panecillos… Me faltaría tiempo y espacio
para nombrarlo a todos. En fin, cada uno elige lo que le apetezca.
Volviendo
a la pregunta, tienes que hacerte una pregunta importante: ¿Qué tipo de pan
comes? ¿Y dónde lo compras?
Los
principios: el pan es nada más que harina, agua, sal, levadura/masa
madre/bicarbonato de sodio. Es lo más básico y fácil de hacer. El pan tal como
lo he descrito no engorda, salvo que lo hundes en mantequilla o comes todos las
noches “croque de Monsieur” (la receta estará por aquí en el blog).
El
pan una fuente de carbohidratos que tu cuerpo necesita para funcionar. Hay que
mencionar que no se debería comer los carbohidratos por la noche – el cuerpo se
prepara para dormir, no tendrá tiempo de gastarlos en forma de energía. Es
mejor empezar el día con buena rebanada del pan (recetas de canapés, bocatas,
tostadas)
Mucha
gente empieza la dieta quitando el pan, que, en mi opinión, es lo peor que se
puede hacer. Hay que quitar las grasas trans, bollería industrial y sustituirlos
por las verduras y frutas. ¡Y nada de picar entre horas!
Si
puedes elegir, aún más sano es pan integral de una buena panadería. El pan
integral tiene esa ventaja que te llena antes por mayor contenido de fibra. Si
no quieres gastarte dinerito, siempre puedes hacer tu propio pan y mezclar los
sabores que más te guste.
El
pan industrial, mencionado antes pan de molde, sí que engorda. A parte de los
ingredientes básicos contiene otros como azucares, esteres de ácidos,
potenciadores de sabor, grasas trans (que provocan el aumento de colesterol LDL
responsable por las enfermedades cardiovasculares). Todas esas cosas engañan al
cuerpo, no te sacian de todo y a lo largo de dos horas vuelves a tener hambre. Todos
esos elementos mencionados se encuentran en toda la bollería industrial como
galletas, cookies, magdalenas que tanto nos llaman a atención desde las
estanterías.
El
pan pre cocido y congelado tiene casi los mismos ingredientes que el pan
tradicional. Se les añade ingredientes para mejorar la fermentación,
estabilizantes (almidón en frio cambia su estructura y se convierte en producto
duro). Para el consumidor la diferencia se encuentra en la calidad de esos
ingredientes y la calidad organoléptica. Desde que empecé a hacer mi propio
pan, ni me acerco a la panadería de supermercado.
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