martes, 10 de noviembre de 2015

La cara oculta de los edulcorantes


Los edulcorantes han sido usados en la industria alimentaria desde por lo menos años 60 del siglo pasado. Pero su verdadero éxito empiezo al principio del siglo XXI cuando se extendieron las dietas libres de azúcar con el fin de adelgazar.
El edulcorante puede ser cualquier sustancia, de origen natural o artificial, que sustituye el azúcar en el producto. Su potencial de endulzar es mucho mayor que del azúcar, pero algunos provocar un sabor raro, metálico según comentan los estudios. Para matizar esa sensación, a varios productos con edulcorantes se añade maltodextrinas – que son polisacáridos construidos por partículas de glucosa. Gran mayoría de los edulcorantes usados en el mundo alimentario es de origen artificial.

En el mercado se puede encontrar varios productos que no contengan azúcar (sin azucares añadidos, sin azucares). Lo podemos encontrar sobre todo en las estanterías de galletas, los postres apuntan a la reducción de grasa en vez de azúcar.  

¿Qué edulcorantes están permitidos en EU?

Edulcorantes
Naturales
Artificiales
E 968 Eritritol
E 950 Acesulfamo K
E 966 Lactitol
E 951 Aspartamo
E 420 Sorbitoles
E 952 Ciclamatos
E 421 Manitol
E 962 Sal de aspartamo y acesulfamo
E 965 Maltitoles
E 959 Neohesperidina DC
E 957 Taumatina
E 954 Sacarinas
E 967 Xilitol
E 961 Neotamo
E 960 Stevia
E 955 Sucralosa
Otros edulcorantes naturales tales como: fructosa, miel, glicirricina, glicerol
E 953 Isomaltosa

La controversia – influencia a la salud humana

Como he mencionado en las entradas anteriores, los aditivos alimentarios siguen siendo controlados una vez aprobadas como aditivo seguro. Los edulcorantes no son una excepción.
En varios países eliminaron algunos edulcorantes por su posible efecto perjudicar a la salud. En 1970 se prohibió el ciclamato (E952) en USA a base de estudios del laboratorio no favorables – en algunos animales de estudio provocó cáncer de vejiga, además el metabolismo lo convierta en una sustancia carcinógena. Lo mismo pasó con sacarina, también USA lo prohibió basándose en las mismas informaciones. Sin embargo, en varios países, UE incluida, su uso es permitido.

Los edulcorantes más populares en la industria alimentaria: la sacarina, la sucralosa y el aspartamo. Se ha documentado que pueden influir a:
-       Metabolismo – cambian niveles de azúcar que pueden provocar diabetes tipo 2 – intolerancia a glucosa
-       Matan a la flora intestinal – las bacterias intestinales necesitan su dosis de azúcar para funcionar correctamente. Algunos estudios indican que si no tienen suficiente azúcar para vivir, paradojamente sube el nivel de azúcar en la sangre junto con colesterol.
-       Obesidad – primero que influyen a la respuesta de cuerpo ante azúcar (subida de insulina, ganas de comer más), segundo – el efecto psicológico. Nos engañamos que bebiendo comida 0% de azucares o dulces sin azúcar añadido, podemos comer más cayendo en la tentación.
-       No hay estudios cómo se comporta el cerebro si no tiene su dosis de glucosa pura de los alimentos
-       No hay estudios concluyentes si inducen desarrollo de algunos tipos de cáncer (uno de ellos es el tumor de cerebro).
-       Una cosa positiva: protegen a los dientes – ya que no contienen azúcar, las bacterias de boca no tienen alimentos y no destruyen los dientes.


Lo curioso es que los edulcorantes naturales, como stevia o xilitol, no presentan tantos efectos adversos. De hecho, stevia se ha usado en Sudamérica desde siglos, pero hace poco se ha aceptado como aditivo en Unión Europea. Pero, claramente, la industria alimentaria está interesada en los aditivos que sean baratos. Pocos edulcorantes naturales cumplen este requisito.


Todo en exceso es malo. No quiero decir que dejemos de tomar productos con edulcorantes. Simplemente reducir su consumo, no basar la dieta en esos productos. Para el cuerpo humano es mejor llevar una dieta equilibrada, comiendo de todo, pero en cantidades moderadas y con cabeza. Alguien que beba refresco “cero” abusando de comida copiosa, grasienta o/y procesada, no va a adelgazar nunca.



Bibliografía:


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