¿A
quién no le gusta la pizza? Me encanta. Todos tipos y sabores. El secreto
consiste en una buena masa y salsa de tomate. El resto de ingredientes
realmente no importa. El las pizzerías es difícil encontrar una buena pizza. Yo
solo conozco dos sitios, donde la pizza me encanta. La masa es crujiente y
fina, los ingredientes combinan perfectamente entre ellos. Pero no todos los
días uno se puede permitir el lujo de comer fuera, así que, después de una
larga búsqueda y muchos experimentos, por fin encontré mi receta perfecta que
nunca falla.
Ingredientes: (para 2 pizzas grandes)
400 g de harina (preferible de fuerza, pero también puede ser mezcla con
la integral)
200 ml de agua templada
32 g de levadura fresca
½ cucharadita de sal
½ cuchara de azúcar
1.5 cuchara de aceite
Preparación:
Empezamos
con la masa madre, como lo llamo yo. En un cuenco echamos agua, levadura fresca
y 3 – 4 cucharas de harina. Mezclamos bien y dejamos reposar una media hora
para que la levadura empiece a trabajar.
Después
de este tiempo, mezclamos la sal con la harina, añadimos el aceite y la masa
madre. Removemos bien y ahora toca a amasar unos 10 – 15 min. Dejamos reposar
una hora para que la masa crezca.
Pasado
el tiempo, dividimos la masa en dos y pasamos el rodillo hasta obtener el
grosor deseado. Lo movemos a la bandeja de horno, colocamos los ingredientes y
al horno recalentado al máximo – 250ºC unos 15 minutos. También podemos bajar
la temperatura, pero la pizza tardará más en hacerse.
Consejo:
no es aconsejable poner mucha verdura, o tomate muy líquido. La pizza se mojará
y se perderá el sabor.
Mis
toppings favoritos:
Carbonara (champiñones, nata, beicon, cebolla)
- Bolognese ( salsa cocida a fuego lento durante por lo menos
una hora de tomate, cebolla,
carne picada, vino y especias)
- Con cuatro/cinco quesos al gusto
- Con verduras y pollo (lo frío antes de ponerlo en la pizza
para quitar la humedad)
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