lunes, 30 de noviembre de 2015

Cookies con chips de chocolate




Cookie monster – esta soy yo. Donde hay galletas, siempre aparezco. Esta receta es una de mis favoritas, es simple, divertida, se puede variar la receta cambiando ingredientes según estado de ánimo. Es ideal para familias con niños para crear una diversión en cocina.

Ingredientes:
175 g de harina normal
1 cucharadita de levadura en polvo
125 g de mantequilla (la receta original lleva la margarina, pero nunca la uso)
60 g azúcar lustre
Media cucharadita de esencia de vainilla
1 huevo
125 g gotas de chocolate
90 g de azúcar (puede ser blanco, moreno)

Preparación
Mezclar todos los ingredientes en un bol. En una bandeja de horno repartir la masa con la cuchara dejando especio entre galletas (crecen bastante durante la cocción). Cocer la galletas unos 10 – 12 min a 190ºC, hasta que estén doradas.
Nada más sacar del horno, suelen ser bastante blandas, que es normal. Luego al enfriarse, endurecen.


Variedades:
-       Con nueces: añadir 40 g de nueces picados a la masa básica
-       Con doble de chocolate: añadir 40g de chocolate negro fundido
-       Cookies mixtos: parte de gotas de chocolate negro sustituir por gotas de chocolate blanco
-       Con coco: añadir 25 g de coco rallado a la masa básica

-       Con pasas: añadir 40 g de pasas a la masa básica  


jueves, 26 de noviembre de 2015

Consumir preferente antes VS fecha de caducidad

Los términos mágicos como “consumir preferente antes” y “fecha de caducidad” hacen que millones de toneladas de alimentos se tiran a la basura en todo el mundo cada año. ¿Para qué sirven y por qué es tan importante saber diferenciarlos?

Introducción

Los dos términos se refieren a la vida útil del producto. Es decir, el tiempo que el producto no presenta ningún riesgo para nuestra salud.


Consumir preferente antes – es la fecha de caducidad, calculada por el productor de alimentos, hasta cuál el producto mantiene sus mejores propiedades organolépticas y físico – químicas (como textura, color etc.). Esta fecha tiene carácter orientativo por lo tanto el alimento se puede consumir después de plazo sin ningún riesgo siempre y cuando se ha cumplido los requisitos puestos por el productor. Entre ellos podemos encontrar: conservar en lugar fresco, seco (todos los productos de panadería), nevera (yogures y quesos o congelados etc.).  En mi opinión, se puede guardar esos alimentos hasta un año después de la fecha de consumo preferente. Yo, en mi dispensa, tengo muchos productos en polvo, como sopas, gelatinas traídos de Polonia, que están esperando a su turno.


Fecha de caducidad – es una fecha límite hasta cuál se debe consumir el alimento. Un producto que ha pasado su fecha de caducidad puede influir a nuestra salud provocando infecciones gastrointestinales, mal estar incluso enfermedades graves como Salmonella. La caducidad se usa sobre todo en la producción de productos frescos, pasteurizados, envasados a la atmosfera protectora (prácticamente todo lo que podemos encontrar en la sección de neveras como ensaladas, quesos frescos, carne etc.). Ya que no se usa tratamiento agresivo de calor (como asar, tecnología UHT con leche) no se elimina todos los microorganismos presentes en el producto y por eso se fija la fecha de caducidad que indica que se han sobrepasado los límites microbiológicos.

¿Cómo y quién se establece los límites de consumo?

Los establece la propia empresa que les produce a base de las normativas EU y estudios microbiológicos. Además, se emplea también los estudios físico - químicos (incluye estudio de cambios de textura, velocidad de aparición de substancias toxicas) y estudio organoléptico para comprobar hasta cuando el producto huele y sabe bien.
¿Y qué pasa con los alimentos abiertos?
Gran mayoría de los alimentos que hemos abierto deben terminar en la nevera para mantenerlos a salvo de los riesgos microbiológicos. Los productos de panadería deben estar en un sitio fresco y seco.

¿Cómo saber si el alimento guardado aún se puede comer?




En general no hay ninguna regla, hay que confiar en la intuición y sentido común. 
1.    Cada producto que presenta signos de moho, hay que tirarlo entero. Aunque se ve una pequeña colonia por solo un lado, las toxinas ya están bien repartidas por todo el alimento. El moho produce toxinas que pueden dañar nuestro tracto intestinal y el hígado.

2.    Los productos envasados como mermeladas, mayonesas suelen aguantar mucho tiempo por sus propiedades físicas (alto contenido de azúcar, alto contenido de sal y aceite que impidan que se desarrollen bacterias), pero el moho sí que puede aparecer a lo largo de tiempo.


3.    Las frutas y verduras en la nevera: si no presentan moho, cambios de la piel, solamente se han resecado un poco – se puede comer después del tratamiento térmico.

4.    Los quesos y jamones curados. Lo quesos se debe guardar en la nevera para mantener su calidad, preferible en el envase original. No se debería envolverlos en papel o film de plástico – en el primero se secan demasiado pronto, en el segundo, las grasas pueden empezar a ranciar y provocar mal olor y sabor. Los jamones pueden estar fuera de la nevera, alejados del sol (provoca cambios en grasa y en consecuencia empeoramiento de propiedades organolépticas) hasta 6 meses (tienen algo contenido de grasas que impide desarrollo de microorganismos al largo plazo. Realmente lo que provoca que jamón sabe raro, son los cambios físico – químicos).

5.    Los huevos no caducan – tienen la fecha de consumo preferente. Mi abuela guardaba los huevos debajo de un armario, ahora se recomienda mantenerlos en la nevera por razones de seguridad alimentaria (los huevos son fuente de la bacteria Salmonella). Los microorganismos se encuentran únicamente encima de la cascara del huevo, por eso es muy importante comprobar si no hay grietas. En caso positivo, el huevo solo se puede consumir cocido por completo. Otra manera de comprobar si un huevo esto fresco – antes de utilizar romper un huevo al cuenco, olerlo, examinarlo si no se le “raro” y luego utilizar en la cocina.


6.    La carne fresca. Los productos de carnicería están envasados en atmosfera protectora que les mantiene frescos hasta la fecha de caducidad. Pero si abrimos el envase, hay que consumir el contenido en el plazo máximo de 3 días guardándolo en la nevera (la carne cruda puede ser fuente importante de Salmonella u otras bacterias malignas). Otra manera el congelarlo; en esta manera puede aguantar hasta un año en el congelador.



Bibliografía:

lunes, 23 de noviembre de 2015

Magdalenas de yogur, limon y gotas de chocolate


Dulce, dulce y otra vez dulce. Me gusta la pastelería aunque a veces mi horno es caprichoso y no siempre cuece bien las magdalenas. Esta vez tuve suerte y ¡salieron riquísimas!


Ingredientes:

(Según receta salen 6, a mí me salieron 10 en la bandeja de muffins)
125 g de yogur natural
75 g mantequilla fundida y enfriada
2 huevos grandes
Ralladura de un limón
150 g de harina de repostería
Media cucharadita de bicarbonato
Pizca de sal
125 g de azúcar fino
Gotitas de chocolate

Preparación:

Todos los ingredientes deben estar a la temperatura ambiente.
En un bol mezclar el yogur, mantequilla, huevos, ralladura de limón y azúcar. Luego añadir harina tamizada junto con bicarbonato, sal y gotitas de chocolate. Mezclar solo hasta integrar todos los ingredientes y obtener la masa homogénea.
Llenar las formas de magdalenas hasta ¾ de altura. Cocer 20 – 25 min en la temperatura 170ºC o hasta “el palillo seco” pinchando la magdalena.

¡Qué aproveche! 

lunes, 16 de noviembre de 2015

Barquitas de endivia, aguacate y manzana


La cena debe ser rápida, divertida, sin complicaciones y sobre todo sana. Esta receta cumple todos los requisitos.


Ingredientes:

Hojas de endivia, lavadas y secadas
1 manzana dulce
1 aguacate (blando y maduro)
Zumo de lima
Hojas de cilantro picadas fino
1 yogur natural
Granos de granada


Preparación:

Cortamos la manzana y el aguacate en trozos pequeñitos, los mezclamos con zumo de lima y las hojas de cilantro. Removemos bien. Si está demasiado ácido, se puede añadir un poquito de azúcar.
La mezcla la repartimos rellenando las hojas de endivia (parece complicado. El truco: no poner demasiado porque la barquita pierde equilibrio).
Las decoramos con unas gotas de yogur y granos de granada. ¡Y listo!


viernes, 13 de noviembre de 2015

La ensaladilla polaca


Cuando vine a España conocí la famosa ensaladilla rusa. Esas cantidades de mayonesa, aceitunas, atún – para mí fue un poco de shock cultural. No quiero decir que la ensaladilla rusa esté mal, ¡simplemente la versión polaca es mucho mejor!
En Polonia, esta ensaladilla se prepara sobre todo durante Pascuas, pero también en Navidades. Mi madre siempre echa cantidades de mayonesa y guisantes, pero yo prefiero la versión un poco más saludable – con yogur.

Ingredientes:
2 patatas medianas
2 zanahorias
3 huevos cocidos duros
Pepinillos fermentados (en las tiendas rusas o polacas)
1 manzana ácida
Un puñado de guisantes descongelados y cocidos
2 yogures naturales
Sal, pimienta al gusto
Opcional:
1 trozo de apio picado, cebolla morada picada, 1 diente de ajo picado, una lata de maíz cocido.

Preparación:
Empezamos con la cocción de patatas y zanahorias con su piel hasta que estén cocidos y blandos. Dejamos que se enfríen, pelamos y cortamos en trozos pequeños junto con el resto de ingredientes.
Mezclamos todo con guisantes, yogures y salpimentamos de sal y pimienta. Se puede añadir también un poco de perejil picado. En algunas partes de Polonia también se añade un poco de mostaza para mejorar el sabor.

Es recomendable comer la ensaladilla en plazo de tres días. 

martes, 10 de noviembre de 2015

La cara oculta de los edulcorantes


Los edulcorantes han sido usados en la industria alimentaria desde por lo menos años 60 del siglo pasado. Pero su verdadero éxito empiezo al principio del siglo XXI cuando se extendieron las dietas libres de azúcar con el fin de adelgazar.
El edulcorante puede ser cualquier sustancia, de origen natural o artificial, que sustituye el azúcar en el producto. Su potencial de endulzar es mucho mayor que del azúcar, pero algunos provocar un sabor raro, metálico según comentan los estudios. Para matizar esa sensación, a varios productos con edulcorantes se añade maltodextrinas – que son polisacáridos construidos por partículas de glucosa. Gran mayoría de los edulcorantes usados en el mundo alimentario es de origen artificial.

En el mercado se puede encontrar varios productos que no contengan azúcar (sin azucares añadidos, sin azucares). Lo podemos encontrar sobre todo en las estanterías de galletas, los postres apuntan a la reducción de grasa en vez de azúcar.  

¿Qué edulcorantes están permitidos en EU?

Edulcorantes
Naturales
Artificiales
E 968 Eritritol
E 950 Acesulfamo K
E 966 Lactitol
E 951 Aspartamo
E 420 Sorbitoles
E 952 Ciclamatos
E 421 Manitol
E 962 Sal de aspartamo y acesulfamo
E 965 Maltitoles
E 959 Neohesperidina DC
E 957 Taumatina
E 954 Sacarinas
E 967 Xilitol
E 961 Neotamo
E 960 Stevia
E 955 Sucralosa
Otros edulcorantes naturales tales como: fructosa, miel, glicirricina, glicerol
E 953 Isomaltosa

La controversia – influencia a la salud humana

Como he mencionado en las entradas anteriores, los aditivos alimentarios siguen siendo controlados una vez aprobadas como aditivo seguro. Los edulcorantes no son una excepción.
En varios países eliminaron algunos edulcorantes por su posible efecto perjudicar a la salud. En 1970 se prohibió el ciclamato (E952) en USA a base de estudios del laboratorio no favorables – en algunos animales de estudio provocó cáncer de vejiga, además el metabolismo lo convierta en una sustancia carcinógena. Lo mismo pasó con sacarina, también USA lo prohibió basándose en las mismas informaciones. Sin embargo, en varios países, UE incluida, su uso es permitido.

Los edulcorantes más populares en la industria alimentaria: la sacarina, la sucralosa y el aspartamo. Se ha documentado que pueden influir a:
-       Metabolismo – cambian niveles de azúcar que pueden provocar diabetes tipo 2 – intolerancia a glucosa
-       Matan a la flora intestinal – las bacterias intestinales necesitan su dosis de azúcar para funcionar correctamente. Algunos estudios indican que si no tienen suficiente azúcar para vivir, paradojamente sube el nivel de azúcar en la sangre junto con colesterol.
-       Obesidad – primero que influyen a la respuesta de cuerpo ante azúcar (subida de insulina, ganas de comer más), segundo – el efecto psicológico. Nos engañamos que bebiendo comida 0% de azucares o dulces sin azúcar añadido, podemos comer más cayendo en la tentación.
-       No hay estudios cómo se comporta el cerebro si no tiene su dosis de glucosa pura de los alimentos
-       No hay estudios concluyentes si inducen desarrollo de algunos tipos de cáncer (uno de ellos es el tumor de cerebro).
-       Una cosa positiva: protegen a los dientes – ya que no contienen azúcar, las bacterias de boca no tienen alimentos y no destruyen los dientes.


Lo curioso es que los edulcorantes naturales, como stevia o xilitol, no presentan tantos efectos adversos. De hecho, stevia se ha usado en Sudamérica desde siglos, pero hace poco se ha aceptado como aditivo en Unión Europea. Pero, claramente, la industria alimentaria está interesada en los aditivos que sean baratos. Pocos edulcorantes naturales cumplen este requisito.


Todo en exceso es malo. No quiero decir que dejemos de tomar productos con edulcorantes. Simplemente reducir su consumo, no basar la dieta en esos productos. Para el cuerpo humano es mejor llevar una dieta equilibrada, comiendo de todo, pero en cantidades moderadas y con cabeza. Alguien que beba refresco “cero” abusando de comida copiosa, grasienta o/y procesada, no va a adelgazar nunca.



Bibliografía:


lunes, 2 de noviembre de 2015

Pan de leche igualito que un pan de molde


 Me encanta probar las recetas nuevas de pan. El pan casero tiene sabor que no se puede comparar con panes comprados. Ya he tenido intentos de pan integral, pan de pueblo, pan de masa madre. Y ahora ha tocado el pan inglés – pan de leche. Aquí se puede perfectamente llamarle pan de molde porque la textura es muy parecida. Claramente, es muchísimo más sano que un pan de molde industrial. Aguanta perfectamente una semana entera (creo, porque muchas veces no ha durado ni tres díasJ). Base ideal para bocatas salada, dulce, sándwiches… ¡A preparar y poneros morados!

Ingredientes:
500 g de harina de fuerza (se puede mezclar con la harina integral)
10 g levadura seca
10 g de sal
30 g mantequilla derretida
320 ml leche entera
25 g de azúcar

Preparación
La leche, si es de la nevera, la calentamos un poco en microondas (la leche debe tener la temperatura ambiente), le añadimos azúcar y levadura, dejamos que empiece a trabajar la levadura.
Mientras, medimos la harina, sal y derretimos la mantequilla.
Mezclamos todo junto en un bol, recogiendo bien la harina. La masa al principio es muy pegajosa, pero mientras lo amasamos, se hace más suave.
Amasamos unos 10 minutos. Dejamos reposar una hora en el bol, tapado en el pañuelo mojado.
Después de 1 hora (o cuando suba doble de su volumen), amasamos ligeramente y lo metemos en la forma de horno. Dejamos que transcurre segunda fermentación, unos 30 minutos.

El pan se cuece en horno con vapor, 200ºC, 25 minutos. Si se os quema un poco, se puede tapar con papel de aluminio y seguir cociendo. ¿Cómo comprobar si está hecho? Si le das unos pequeños golpes al pan desmoldado por debajo, sale un sonido hueco. Hay que enfriarlo siempre encima de una rejilla, nunca en forma porque se ablanda.